Traslos dos minutos, sacamos la coca del horno y añadimos las anchoas. Yo las añado al final porque no me gusta que se queden resecas si las metes en el horno, así que las
Selamentaba Vicent Marco -antropólogo de lo nuestro- de lo sencillo que es encontrar en València un bao y de lo difícil que resulta pillar por banda una coca de dacsa. Bien, también eso comienza a cambiar. Abundan en La Raspa -y paulatinamente en más localizaciones- recetas de arraigo. Pericana de capellanet y coquetes de escalivada
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coca de escalivada y anchoas